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Segovia en un día

Que suerte tenemos los que vivimos cerca, de poder disfrutar de una ciudad como Segovia en cualquier momento. Hoy vamos a hacer un recorrido precioso por la ciudad y a trasportarnos a ella con las maravillosas fotos de @artesanodelaluz.


Verdad que el agua del Eresma nos va lamiendo el corazón….
¡Torres de Segovia, cigüeñas al sol!

Antonio Machado




Un par de datos técnicos antes de empezar: puedes llegar en bus, la estación esta bastante cerca del acueducto, donde empezaremos nuestro recorrido, en tren (hay AVEs lanzaderas desde Madrid Atocha), aunque la estación esta un poco retirada, por lo que necesitaras luego tomar un bus al centro y en coche, hay un parking justo al lado del acueducto también y se puede aparcar en el exterior con cierta facilidad, teniendo en cuenta que todo o casi todo es zona de estacionamiento regulado, es decir, de pago.

En cualquier caso, toda la visita la haremos caminando y disfrutando de las calles de una ciudad, que tuvo asentamientos visigodos, por supuesto romanos y que ha sido referente en media historia de España.




Nuestra primera parada, y podemos decir, que emblema de la ciudad, es el Acueducto Romano, empezado a construir sobre los primeros años del siglo II d.c. . Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, impresiona por su fantástica conservación, siendo, decididamente, el monumento de la época romana mejor conservado de toda la península.





El Acueducto, en su mejor parte visible de la ciudad, divide las plazas de Azoguejo y la Artillería. La imponente arcada que llega a los metros de altura, exige las fotos de rigor. Atravesamos por cualquier de los arcos a la Plaza de Azoguejo, primera parada, la oficina de Turismo, en la misma plaza a la derecha. Detrás de la misma hay una escalinata que lleva a la zona alta del acueducto donde hay un mirador genial para retratar el monumento.


Desde la misma plaza empezaremos a andar por la Calle Cervantes, una de las calles más transitadas, llena de tiendas, bares y restaurantes, en ella podremos ver algunos de los edificios representativos: La Casa de los Picos, El Palacio del Conde Alpuente (un poco antes de este punto, la calle cambia de nombre a Juan Bravo). Un poco mas adelante, en la Plaza de Medina del Campo (a la derecha) veremos el Torreón de Lozoya.


Hay un momento dado, en el que la calle se bifurca, justo delante de la Iglesia del Corpus Christi (antiguamente Sinagoga Mayor de Segovia y la que mejor se ha conservado de la ciudad ya que se reconvirtió a Iglesia en 1410, antes de los peores episodios vividos contra la población hebrea) y por el callejón más estrecho de la izquierda vamos a dar a la antigua judería de la ciudad.


Hay documentación que data esta Aljama (nombre que denota cierta libertad jurídica y legal del resto) al siglo XIII, y vivió sin muchos altibajos hasta el siglo XV, donde, en la época de los Reyes Católicos, los judíos, primero fueron recluidos en lo que podríamos llamar un gueto, y posteriormente, expulsados de Castilla salvo reconversión al catolicismo. Entre los judíos segovianos se encontraban importantes personajes históricos, precisamente de la época de los Reyes Católicos.

En cualquier caso, la judería la componen una red de calles y callejones, en la misma se puede visitar el Centro Didáctico de la Judería. Poco después de este, giramos a la derecha por la calle San Frutos que nos llevara, por el lateral de la Catedral a la Plaza Mayor de Segovia.


La Plaza Mayor tiene una forma poco habitual, ya que se fue construyendo y reconstruyendo según diversos factores, pero desde luego, merece la pena sentarse en un banco, en el templete o en una cafetería solo por disfrutar la majestuosa portada de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y San Frutos de Segovia, conocida como la Dama de las Catedrales.


Construida en un gótico tardío, puso su primera piedra en 1525 y se termino en 1577. Hay que tener en cuenta que Segovia ya tenia Catedral, pero fue destruida en las “Revueltas Comuneras”. Y fue encargada al famoso cántabro Juan Gil de Hontañón. Por dentro, las preciosas bóvedas de crucería estrelladas, el precioso coro y el pulpito, tallado en marmol que realmente fue trasladado después de la desamortización de Mendizábal desde el Monasterio de San Francisco de Cuellar.




Otro de los puntos importantes es el Claustro, perteneciente a la antigua Catedral, fue desmontado y montado piedra a piedra en su nueva ubicación.

La Catedral, cuenta, dentro de ella con un museo con diversas piezas, entre ellas una interesante colección de cuadros.


Para entrar en el templo hay que pagar entrada, pero si no has entrado, hazlo, merece la pena.

Curiosamente, de la misma plaza, pero al lado contrario se encuentra la Iglesia de San Miguel Arcángel, la Iglesia en la que Isabel de Castilla se hizo coronar reina.



Desde el lateral de la Catedral, por la Calle Marques del Arco seguimos camino y al final de ella (que pasa por varios nombres) vamos a encontrarnos con el impresionante Alcázar de Segovia.

Antes de llegar, sale una calle a la derecha que se llama Calle de los Desamparados, y va a dar a la Casa Museo de Antonio Machado. Figura importante en la ciudad, ya que, aunque no nació allí llego a la ciudad en 1919 para ocupar la Catedra de Frances del Instituto General y Técnico, alojándose en una casa humilde por la que pagaba 5 pesetas diarias. Machado enseguida encontró un ambiente cultural acorde con sus gustos y se relaciona con hombres de letras, con los que se une para fundar la Universidad Popular Segoviana. Su vida en Segovia estuvo llena de colaboraciones, cursos, clases, idas y venidas a Madrid y tras 8 años fue elegido para la Real Academia Española, pero nunca llego a tomar posesión de su sillón con la letra V.



La construcción es una fortaleza militar que a la vez albergaba a la Corte, especialmente durante la época de los Reyes Católicos, convertida en “base de operaciones” aunque podemos decir, que durante su reinado, vivieron en muchos puntos, especialmente de Castilla.

La visita es bastante larga, ya que el edificio es imponente pero merece la pena. Parte de ella es la subida a la torre por unas escaleras largas y estrechas en forma de caracol (no apta para claustrofóbicos, son las mismas para los que suben que para los que bajan) desde donde podrás disfrutar de unas vistas preciosas de toda la ciudad.


Una de las leyendas mas nombradas del Alcázar es la de la Sala del Cordón. Dice la historia que Alfonso X, nombrado como “El Sabio”, que, como todo el mundo sabe fue gran estudioso de casi todas las materias, llego a afirmar, estando en el Alcazar, que si él hubiera estado presente el día de la creación del mundo, hubiera hecho algunas cosas mejor. Un monje franciscano, alterado por la blasfemia intento le rogo inmediatamente que se retractara. Por supuesto no fue así. Y, según cuentan, esa misma noche un rayo alcanzo a las estancias reales, de tal magnitud que el monarca, olvidándose de todo lo estudiado, dio por hecho que era un toque de atención a sus palabras. Rápidamente hicieron venir al monje, y colocaron en la estancia mas cercana a la capilla real un cordón franciscano alrededor…. Supuestamente para solventar su error.



Bueno, salimos desde el Alcazar y podemos bajar por las escaleras que llevan hasta la Iglesia de la Vera Cruz, de estilo románico y podemos continuar nuestro camino hasta otro punto Importante, La Casa de la Moneda de Segovia.


Es uno de esos lugares que a veces les pasan desapercibidos a los visitantes. Pues bien, mandada construir en 1583 por Felipe II es la primera Casa de la Moneda mecanizada de nuestra historia, y esta considerada como una de las muestras de arquitectura industrial mas importante de Europa.

Merece absolutamente la pena ir, normalmente hay una exposición permanente, algunas temporales y un curioso jardín privado, que mando construir Felipe II para cuando visitaba el edificio. En el, durante los lunes del mes de Agosto, Turismo de Segovia, viene, desde 2016 celebrando un ciclo musical.


Desde aquí, por el Paseo de Santo Domingo Guzman, continuaremos hasta llegar hasta nuestro punto de partida, el Acueducto.




No he nombrado, aunque es de carácter obligatorio, el detenerse a almorzar. El menú típico Segoviano suele componerse de Judiones de la Granja, cordero o cochinillo asado y el típico Ponche Segoviano (bizcocho con mazapán). Se que vais a pensar que es incompatible con el recorrido andando que os he hecho por la ciudad castellana ….. pero no hay remedio. Además algunos de los restaurantes son verdaderos trozos de historia y emblemáticos como “Jose Maria” o “Casa Candido”

Conocer nuevos lugares te hace mas rico.

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